jueves, 24 de marzo de 2011

Me gusta leer

"La lectura es uno de los principales instrumentos de aprendizaje y es clave en la educación".

Esta frase está en un texto pegado en la pared del aula en la que estoy durante las prácticas. Algo que me parece totalmente cierto. La importancia de la lectura es una realidad, ya que así conseguimos que los niños adquieran gran cantidad de capacidades lingüísticas.
Leemos para aprender, para divertirnos, para informarnos,... conseguimos una mayor comprensión verbal y escrita,...
Todo esto es muy bonito, pero... ¿qué puede pensar alguien cuando ve una falta de ortografía en un libro reconocido? A mí me ha pasado, y lo quiero compartir con vosotros.

Me he encontrado una falta de ortografía en un libro de prestigio (ahora mismo eso lo pongo en duda), un libro finalista del Premio Planeta 2010. Se llama El tiempo mientras tanto, de Carmen Amoraga (para el que quiera comprobarlo, en la página 149).
Cuando estoy leyendo y me encuentro con que falta alguna tilde en un "qué" o un "cómo", pienso... el corrector ortográfico de la imprenta no distingue si no ve signos de interrogación o exclamación, pero... ¿de quién es la culpa en este caso?
Aquí veis la foto:

domingo, 20 de marzo de 2011

Cartas...

Dicen que más vale tarde que nunca... ¿no?
Esta es la carta de una niña de 12 años enamorada de su profesor.
Querido Roberto:
Tengo que decrite una cosa, pero me da mucha vergüenza. Desde que has llegado al cole no puedo dejar de pensar en tí.
Aunque me pongas muchos deberes y me castigues por no concentrarme, me gustas, y... mucho.
Porfa, no se lo digas a nadie y no te rías de mí por lo que te estoy diciendo.
Me despido, Lorena.
P.D: Prometo sacarte muy buenas notas.
Esta es la carta de alguien de nuestra edad.
Hola cariño.
¿Sabes que te quiero? No hay día en que no lo piense, aunque sí lo hay en que no te lo diga, por unas o por otras, me gustaría poder hacerlo siempre.
Quisiera poder disfrutarte muchos años más y seguir contigo, a tu lado, pudiendo hacer todo lo que nos queda. Para siempre.
Te quiero, te quiero y te quiero.
Carta de un matrimonio que llevan mucho tiempo juntos.
Mi amor, no sé cómo lo haces pero cada momento que pasa te quiero más. Recuerdo cuando éramos jóvenes, teníamos algún que otro problema y pensábamos que este momento no llegaríamos a pasarlo juntos, pero míranos, aquí estamos.
Te agradezco el haber dormido conmigo todas las noches, compartido desayunos y una gran cantidad de momentos.
Me gustaría seguir escribiendo nuestra historia sin final.
Te amo.